Tuesday, December 13, 2016

Hoy que cumples 4 años...

Hola estimado lector, una vez más estamos en este espacio donde le pido una disculpa, pues este texto no es para usted, si no para Claudio, mi hijo, el más pequeño.

Hola Claudio, hoy eres muy pequeño todavía, esta mañana te pregunté si con cuatro años seguías siendo mi bebé o ya eras un niño grande. Respondiste lo segundo, pero eso no es nuevo, porque para ti, los bebés lloran y usan pañal, y tú tiene tiempo que dejaste atrás todo eso. Escribo este texto hoy, porque estamos viviendo muchas cosas juntos y no quiero que se pierdan en mi mala memoria. También, porque un día, quizá cuando tengas muchos años más, encuentres este texto y te sorprendas con lo que eras y hacías cuando cumpliste cuatro años.

Hoy es tu último día en la guardería, te dejé y me despedí de tus maestras, hasta del guardia. Sentí cierta nostalgia, porque te he llevado ahí los últimos tres años, todas las mañanas, todos los días. A veces nos íbamos caminando, otras, las más, en coche. Esos paseos mañaneros son muy entretenidos. Siempre tú y tu hermano van platicando. En este tiempo han pasado de hablar de cochecitos, caricaturas, hasta ir atrapando Pokémon en mi teléfono. Pokémon go salió este año y ha sido la sensación, tienes tu propia cuenta y con ayuda de mamá te estás haciendo de todos los animalillos. Te gusta llevarte algo para comer en el camino y luego no quieres entrar a la escuela hasta que te lo termines, lo cual hace que te metas toda la galleta y no puedas hablar. Te mueres de risa.

Te gusta contar chistes, son muy malos, pero por eso nos hacen reír más. Normalmente los inventas, pero algunas veces atinas a decir verdaderas bromas que nos hacen soltar buenas carcajadas.

Tienes dos amigos, David y Rafa. Hemos ido a casa de Rafa dos veces y la han pasado muy bien. Es muy chistoso verlos juntos, porque aún siendo tan pequeño, en cuanto se ven corren y platican (no tenemos idea sobre qué), pero regresan, se van, ríen, juegan y se la pasan muy bien.

Este año me pediste que te enseñe a andar en bici, pero aún no alcanzas los pedales, veremos si el próximo ya lo podemos intentar y dominar. Te subiste, eso sí, a los patines y estuviste solo un buen rato, hasta que te diste un buen sentón y ya no los has querido probar de nuevo.

Tienes miedo por cambiar de escuela, nos preguntas si te gustará el kínder y qué harás en él. Hasta hace unos meses decías que no querías entrar, pero un día platicando de todo lo que aprenderías y jugarías ahí, ya te interesó. Algunos días tienes ánimo, otros no, así eres tú.

En verano fuimos a la playa, teníamos dos años de no hacerlo. La última vez llegaste muy valiente y te aventaste al mar, después de la primer ola ya no tuviste mucho ánimo para regresar. Pero esta vez fue diferente, te tiraron, revolcaron, tragaste agua, pero te reías y querías cada vez ir más hondo, a donde estaban las olas más grandes. Te divertiste mucho viendo los cangrejos y le pusiste a uno "el cangrejo spiderman" porque subía y bajaba por las piedras y algunas veces saltaba. Dijiste "nunca en mi vida había visto a un cangrejo saltar", tenías tres años jejeje...

Te gusta mucho jugar videojuegos. Tus favoritos son "el smash" y "el mario bros gatitos". Eres bueno, bastante hábil y con quien más juegas es con tu hermano. Te está enseñando a jugar FIFA, pero todavía no te atrapa, al menos no como a él.

En la tele te ha gustado mucho Peppa, pero últimamente ya ves caricaturas para más grandes, claro, es por tu hermano. Son muy aficionados a ver Gravity Falls, Pokémon y alguna otra que encuentran en Netflix.

Tienes un perro, Lucas. Al principio jugabas mucho con él, ahora ya no tanto, porque están del mismo tamaño y te tira. Lo hace jugando, pero estás tan pequeño que siempre llevas la de perder. Tenías un pez al que llamaste Hugo, ya se murió y hemos estado buscando uno nuevo, pero por lo menos al día de hoy, no lo tenemos.

Ya sabes contar, puedes identificar los números y cuando vamos caminando por la calle me preguntas qué número forman las combinaciones que están en las casas. Sabes muchas letras y ubicas muy bien las de tu nombre. Tienes muchas ganas de aprender a leer, no creo que falte mucho para que lo logres.

Te gusta mucho ayudarnos. Cuando tu mamá o tu hermano se lastiman, corres a buscar la pomada para sobarlos y les preguntas si ya se sienten mejor. A mi me ayudas a lavar el coche, metes la esponja en la cubeta y me ayudas a tallar, después a enjuagarlo con la manguera. También te metes a la cocina para saber cómo se hace la comida y ayudar echando ingredientes o revolviendo algunos otros.

Casi siempre quieres que mamá te lea un cuento antes de dormir. Sueles escoger el mismo, uno de una familia de monstruos es el que te encanta. Luego sales con que no te gusta dormir, que no puedes hacerlo, que la cama te da comezón, que la cama de tu hermano también, que la única que no, es la de nosotros y ahí te acuestas, entre mamá y yo. Hasta que te quedas dormido, te pasamos a la tuya.

Los domingos te gusta que salgamos a andar en bici. Tú vas conmigo en la sillita y me pides que le "eche más potencia", para rebasar a tu mamá y a tu hermano. Aunque casi siempre te quedas dormido antes de terminar el paseo.

Haces e inventas canciones de las palabras que escuchas en cualquier lugar. Basta con que alguien diga algo, para que tu lo repitas y le pongas tonada, a veces hasta letra. Bailas y te gusta la música. Hay una canción que se llama "vamos a portarnos mal" que te encanta y te aloca.

Hace poco dijiste que querías ir a Marte... en globo... para ti es perfectamente razonable, pues ¿por qué no habrías de poder hacerlo?. Te interesan mucho los temas de los planetas, las estrellas, la luna, el sol. Trato de explicarte las distancias increíbles que hay entre ellos y nosotros, pero aún no lo alcanzas a dimensionar.

Te encanta (y a tu hermano también) decirme gordo, viejo, que soy panzón como un Snorlax y que no quepo por los lugares. Que me gustan las muñecas y que me vería bonito con vestidos de princesa. Tú y Elías, son unos molestadores de papá, pero me encanta.

Me preguntas muchas cosas sobre cuando seas grande. Si también tendrás barba y bigote, si también trabajarás en una oficina y si vas a ser más grande que yo. Eso no lo sé, pero ahora, mientras lees estas líneas, quizá tú ya lo sepas.

Te quiero mucho hijo (no importa cuando leas esto).

Tu papá.